Julio
Alfredo Jaramillo Laurido, más conocido como Julio Jaramillo, nació el 1 de
octubre de 1935 en Guayaquil, Ecuador, es
considerado el mejor cantante ecuatoriano de todos los tiempos.
Julio Jaramillo, falleció el 9 de febrero de 1978 en Guayaquil, Ecuador, fue un cantante y músico ecuatoriano apodado El ruiseñor de América.
Sus
canciones, que hablan de amores y desencuentros, calaron profundamente en el
público que se reflejaba en ellas, sus melodías, entre las que cabe mencionar
De cigarro en cigarro, Alma mía, Interrogación, Odio en la sangre, Te odio y te
quiero, Carnaval de la vida o Cuando llora mi guitarra, todavía se escuchan en
las radios de Latinoamérica.
Creció
escuchando al dúo Guayaquil, a Olimpo Cárdenas, a Carlos Rubira Infante y al
dúo Villafuerte, artistas que marcaron una época en la música nacional y que
influyeron en su vocación por el canto.
A los
diecisiete años ya era conocido por su hermosa y cálida voz, y participaba en
programas de Radio Cóndor, en 1950 se unió con dos amigos y se dieron a
recorrer los pueblos de Esmeraldas y Manabí cantando en trío.
En alguna
oportunidad se vio obligado a volver a su oficio de zapatero para sobrevivir, a
pesar de los reproches, castigos, lágrimas y ruegos de su madre, no fue capaz
de dejar su vida bohemia y parrandera.
Con la
grabación de su primer disco, Pobre mi madre querida (1954), en dúo con doña
Fresia Saavedra, su nombre comenzó a ser conocido, a éste le siguieron el
pasillo Esposa (1955), en dúo con Carlos Rubira Infante.
El salto a la
fama se dio en 1955 con su vals Fatalidad, que fue difundido por todas las
radios del Ecuador y por las principales emisoras de otros países, la grabación
de esta canción marcó el inicio de su carrera formal y reconocimiento a nivel
local.
Entre 1956 y
1959 Julio Jaramillo grabó otros temas de éxito: “Te odio y te quiero”,
“Interrogación”, “Rondando tu esquina” “Hojas muertas”, “Elsa” “Arrepentida” y
"Carnaval de la vida", entre otras, todas de gran éxito.
Su
consagración internacional llegó con Nuestro juramento de (1957), momento en
que realizó varias giras por América Latina: comenzó un peregrinaje por
Ecuador, Colombia, Perú, Argentina, Uruguay y Chile, al regresar a su país, fue
detenido y llevado a cumplir el servicio militar.
Vuelto a la
vida civil en 1960, siguió con su carrera, alcanzando actuaciones de hasta
cuatro meses consecutivos en el cine Guayas de Guayaquil, con lleno completo, participó
en la película Romance en Ecuador y en otra rodada en Argentina, en 1965 se
radicó en Venezuela, desde donde realizó giras triunfales por México, Puerto
Rico y toda América Central. Grabó en dúo con Daniel Santos, Alci Acosta y
Olimpo Cárdenas, su última gira internacional tuvo lugar por Estados Unidos y
Canadá.
Los
escándalos de su turbulenta vida también eran con frecuencia noticia, varias
veces fue apresado y casi siempre por problemas de mujeres o por incumplimiento
con el Tribunal de Menores, además de haberse casado cinco veces, tuvo hijos
con otras mujeres, que llegaron a sumar un total de veintiocho, nunca negó sus
orígenes humildes, se mostraba generoso, despilfarrador del dinero con sus
amigos, prototipo del machismo porteño.
A su regreso
al Ecuador en 1975, cansado, envejecido prematuramente y carcomido por la
cirrosis, fue abucheado en una actuación en su ciudad natal porque su voz ya no
era la de antes, en los últimos años tenía un programa en Radio Cristal
titulado "La hora de J. J.", de cuya propaganda a duras penas sacaba
para vivir.
El zorzal
ecuatoriano murió en su Guayaquil natal el 9 de febrero de 1978, el pueblo lo
consideraba todavía como el gran cantante, lo cual contribuyó a que en torno a
él se tejiera la leyenda.
Muerto a la
edad de tan sólo cuarenta y tres años, sus restos recibieron una despedida como
ningún otro personaje popular ha conocido en Guayaquil, pues se calcula que
fueron acompañados por unas 250.000 personas.
Después de
su muerte, un empresario argentino lanzó al mercado los discos de larga
duración que contenían las canciones (muchas de ellas inéditas) que Julio le
grababa cuando tenía necesidad de dinero, dando así base al dicho popular de
que "el Ruiseñor cantaba mejor después de muerto".
Su vida ha
sido llevada al cine en el largometraje Nuestro Juramento, rodado en México y
Guayaquil, con argumento de su hermano Pepe.
MEXICANITA.
EL DIVORCIO.
SOMBRAS.
REMINISCENCIAS.
INCERTIDUMBRE.
MALDITA SUERTE.
FATALIDAD.
YA ESTAMOS IGUALES.
NUESTRO JURAMENTO.
NO LLORES.
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