Alfredo
Arnoldo Cocozza, de nombre artístico Mario Lanza, falleció el 7 de octubre de
1959 en Roma, Italia, fue un tenor y actor estadounidense.
Mario Lanza,
nació el 31 de enero de 1921 en Filadelfia, Pensilvania, Estados Unidos, a los
cinco años de edad, Alfredo mostró un gran interés en la vieja victrola
(gramola con motor de cuerda) familiar.
El padre de
Alfredo, Antonio Cocozza, había sido un héroe de la I Guerra Mundial y su
madre, María Lanza, tenía una hermosa voz, pero no pudo estar en los escenarios
porque su padre no se lo permitió.
A los
dieciséis años, anunció su intención de convertirse en cantante, su madre,
entusiasmada con el sueño que no había podido cumplir, le dio todo el apoyo
posible y le hizo tomar lecciones de canto, fue descubierto por el director
Sergei Koussevitzky, que quedó tan impresionado con su voz que le garantizó una
beca, fue entonces cuando decidió usar Mario Lanza como sobrenombre artístico,
reivindicando el apellido de su madre, cantante frustrada.
En el Festival
de Música de Berkshire hizo su estreno, en la obra Las alegres comadres de
Windsor, su carrera operística fue interrumpida por la Segunda Guerra Mundial,
cuando fue asignado a los Servicios Especiales de la Fuerza Aérea
Estadounidense, retomó su carrera de cantante en octubre de 1945 en un programa
de la cadena radial CBS denominado Great Moments in Music (Grandes momentos de
la música), donde hizo seis apariciones cantando música operística, más tarde
estudió bajo la dirección de Enrico Rosati durante quince meses.
Posteriormente,
inició una extensa gira de ochenta y seis conciertos en los Estados Unidos,
Canadá y México entre julio de 1947 y mayo de 1948, a raíz de un concierto en
el Hollywood Bowl su talento llamó la atención del ejecutivo y fundador de la
cinematográfica MGM (Metro-Goldwyn-Mayer), Louis B. Mayer, quien hizo firmar a
Lanza un contrato cinematográfico de siete años de duración.
Al mismo
tiempo que iniciaba su carrera cinematográfica, realizó sus primeras
grabaciones comerciales para RCA Victor, las primeras cintas que protagonizó,
That Midnight Kiss y The Toast of New Orleans, fueron tan exitosas como su
carrera discográfica, lo que incrementó enormemente su fama.
En 1951,
Lanza encarnó al tenor italiano Enrico Caruso en la cinta The Great Caruso (El
gran Caruso), que obtuvo un resonante éxito, simultáneamente, su popularidad
expuso a Lanza a intensas críticas de algunos expertos, incluyendo a aquellos
que habían apostado por su trabajo en sus años iniciales.
Fue
despedido en 1952, después de grabar las canciones de la cinta The Student Prince
(El príncipe estudiante), la razón más frecuentemente citada en la prensa del
momento fue su físico con sobrepeso, que le impedía lucir el vestuario de la
película, pero según sus biógrafos la razón real fue una discusión que se
generó con el director inicial de la cinta, Curtis Bernhardt, quien exigió al
tenor que grabara de nuevo la banda sonora porque le parecía que estaba cantada
(de una manera muy emocional), Mario Lanza decidió no trabajar en esta película
con este director, a no ser que fuese designado otro. La MGM se negó a
sustituir a Bernhardt, y la película se hizo posteriormente con el actor Edmund
Purdom doblando la voz de Lanza. Irónicamente, el director de la película fue
Richard Thorpe, el mismo hombre propuesto por Lanza ante MGM para sustituir a
Bernhardt, y con quien había tenido una excelente relación de trabajo en El
Gran Caruso.
Deprimido
por su despido, y con su confianza en sí mismo gravemente socavada, Lanza se
convirtió en un virtual solitario durante más de un año, buscando refugio con
frecuencia en el alcohol, durante este período también estuvo muy cerca de la
quiebra económica como resultado de las malas decisiones de inversión tomadas
por su ex apoderado artístico, y de sus hábitos de gastos fastuosos que le
dejaron con unos 250.000 dólares en deudas por impuestos.
Regresó a la
actividad cinematográfica en 1955 en la cinta Serenade (Serenata), de Anthony
Mann, con Joan Fontaine y Sara Montiel, sin embargo, a pesar de su fuerte
contenido musical no fue una película tan exitosa como las anteriores.
Se trasladó
a Roma en mayo de 1957, donde trabajó en la película Las siete colinas de Roma
(donde cantó la célebre canción "Arrivederci Roma") y volvió a
realizar una serie de conciertos en todo el Reino Unido, Irlanda y el
continente europeo.
A pesar de
que su salud decaía, lo que se tradujo en una serie de cancelaciones durante
este período, Lanza siguió recibiendo ofertas para óperas, conciertos, y
películas.
A fines de
agosto de 1958 hizo una serie de grabaciones operísticas en la Ópera de Roma
para la banda sonora de lo que fue su última película, For the first time (Por
primera vez), aquí entró en contacto con el director artístico de la Ópera de
Roma, Riccardo Vitale, que al parecer le ofreció el papel de Canio en la opera
I Pagliacci durante la temporada 1960-61, al mismo tiempo, su salud siguió
decayendo y sufrió una variedad de enfermedades, incluyendo flebitis aguda e
hipertensión arterial.
En abril de
1959 sufrió un ataque cardíaco, seguido de una neumonía doble en agosto. Murió
en Roma el 7 de octubre de 1959 a los treinta y ocho años de una embolia
pulmonar.
La corta
carrera de Lanza abarca ópera, radio, conciertos, grabaciones y películas, fue
el primer artista de la RCA Victor sello rojo, de la cual recibió un Disco de
Oro, también fue el primer artista en vender dos millones y medio de álbumes,
Lanza inspiró la carrera de las sucesivas generaciones de cantantes de ópera,
incluidos Plácido Domingo, Luciano Pavarotti, Leo Nucci y José Carreras.
ARRIVEDERCI
ROMA.
SERENADE.
UNA FURTIVA LÁGRIMA.
BE MY LOVE.
I'LL WALK WITH GOD.
CHE GELIDA MANINA.
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