miércoles, 29 de noviembre de 2017

Giacomo Puccini.


Giacomo Antonio Domenico Michele Secondo María Puccini, falleció el 29 de noviembre de 1924, en la Región de Bruselas, Bélgica, fue un compositor italiano de ópera, considerado entre los más grandes, de fines del siglo XIX y principios del XX.

Giacomo Puccini, compositor italiano nació el 22 de diciembre de 1858, Lucca, Italia, heredero de la gran tradición lírica italiana, pero al mismo tiempo abierto a otras corrientes y estilos propios del cambio de siglo, Puccini se convirtió en el gran dominador de la escena lírica internacional durante los primeros decenios del siglo XX.

No fue un creador prolífico: sin contar algunas escasas piezas instrumentales y algunas religiosas compuestas en su juventud, doce óperas conforman el grueso de su producción, cifra insignificante en comparación con las de sus predecesores, pero suficiente para hacer de él un autor clave del repertorio operístico y uno de los más apreciados y aplaudidos por el público.

En 1863, el pequeño Giacomo, pese a no haber demostrado un especial talento músico, fue destinado a seguir la tradición familiar, por lo que empezó a recibir lecciones de su tío Fortunato Magi, con resultados poco esperanzadores.

Fue a la edad de quince años cuando el director del Instituto de Música Pacini de Lucca, Carlo Angeloni, consiguió despertar su interés por el mundo de los sonidos, Puccini se reveló entonces como un buen pianista y organista cuya presencia se disputaban los principales salones e iglesias de la ciudad.

En 1876, la audición en Pisa de la Aida verdiana constituyó una auténtica revelación para él; bajo su influencia, decidió dedicar todos sus esfuerzos a la composición operística, aunque ello implicara abandonar la tradición familiar, sus años de estudio en el Conservatorio de Milán le confirmaron en esta decisión, Amilcare Ponchielli, su maestro, lo animó a componer su primera obra para la escena: Le villi, ópera en un acto estrenada en 1884 con un éxito más que apreciable.

Con su tercera ópera, Manon Lescaut, Puccini encontró ya su propia voz, el estreno de la obra supuso su consagración, confirmada por su posterior trabajo, La bohème, una de sus realizaciones más aclamadas, en 1900 vio la luz la ópera más dramática de su catálogo, Tosca, y cuatro años más tarde la exótica Madama Butterfly.

Sin embargo, a pesar de su éxito, tras Madama Butterfly Puccini se vio impelido a renovar un lenguaje que amenazaba con convertirse en una mera fórmula, con La fanciulla del West inició esta nueva etapa, caracterizada por conceder mayor importancia a la orquesta y por abrirse a armonías nuevas, en ocasiones en los límites de la tonalidad, que revelaban el interés del compositor por la música de Debussy y Schönberg, en la misma senda, el músico de Lucca promovió la renovación de los argumentos de sus óperas, se distanció de los temas convencionales tratados por otros compositores y abogó por un mayor realismo.

Todas estas novedades contribuyeron a que sus nuevas óperas, entre ellas las que integran Il trittico, no alcanzaran, pese a su calidad, el mismo grado de popularidad que sus obras anteriores.

Su última ópera, la más moderna y arriesgada de cuantas escribió, Turandot, quedó inconclusa a su muerte, la tarea de darle desenlace, a partir de los esbozos dejados por el maestro, correspondió a Franco Alfano.


TURANDOT - NESSUN DORMA.





LA BOHÈME - DONDE LIETA USCÌ.




TOSCA - RECONDITA ARMONIA.





MADAME BUTTERFLY - UN BEL DI VEDREMO.





MADAME BUTTERFLY - CORO A BOCCA CHIUSA.




GIANNI SCHICCHI - O MIO BABBINO CARO.





LA BOHÈME - MUSETTA'S WALTZ SONG.




TOSCA - E LUCEVAN LE STELLE.




PRELUDIO SINFÓNICO.


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