Gioacchino
Antonio Rossini o Gioachino, falleció el 13 de noviembre de 1868 en París,
Francia, fue un compositor italiano,
conocido especialmente por sus óperas, particularmente por las cómicas.
Rossini,
nació el 29 de febrero de 1792 en Pésaro, Italia, su popularidad le hizo asumir
el "trono" de la ópera italiana en la estética del bel canto de
principios del siglo XIX.
Rossini
mostró un extraordinario genio musical desde la más temprana edad y estudió
música con su padre, aprendió a tocar la espineta con el vinatero Giuseppe
Prinetti; posteriormente estudió con el canónigo Giuseppe Malerbi, en cuya
biblioteca leyó las partituras de grandes compositores del pasado, en Bolonia
tuvo por primer profesor a Angelo Tesei e ingresó en el prestigioso Liceo
Musical, bajo la tutela del sacerdote Stanislao Mattei, y ganó un premio por
una cantata que compuso a los dieciséis años de edad.
Su séptima
ópera conquistó La Scala con cincuenta y tres funciones iniciales y repentinos
fracasos, pero afianzándose como el primer compositor de su tiempo, a pesar de
no contar con veinticinco años de edad, en esos momentos, Rossini llevó a la
perfección musical el género bufo.
Rossini, tuvo
la ventaja de contar, ya en esta primera etapa, con grandes cantantes, en
quienes pensaba al momento de desarrollar la melodía de los personajes,
considerando las posibilidades de sus voces, algunos de ellos eran Marietta
Marcolini, Filipo Galli y Paolo Rosich.
En 1816
estrenó, en el Teatro Argentina de Roma y con argumento de Cesare Sterbini, una
de las más famosas obras del repertorio operístico: El barbero de Sevilla, basada
en la trilogía literaria del barón francés Pierre-Augustin de Beaumarchais,
cuya segunda parte, Las bodas de Fígaro, fue musicalizada por W. A. Mozart, fue
durante sus primeras representaciones un fracaso. Posteriormente, Giuseppe
Verdi y otros compositores la alabarían efusivamente, y alcanzaría una inmensa
fama.
En 1823
presentó su última ópera en Italia, Semíramis, en París compuso una ópera que
celebraba la coronación de Carlos X de Francia, y también su última ópera bufa,
además de reelaborar otras dos obras italianas, y en 1829 Guillermo Tell, que
supuso su definitiva consagración.
Curiosamente,
ésta sería su última ópera, aun cuando le quedaban cuatro decenas de años de
vida por delante, sgue siendo un misterio por qué dejó Rossini de componer
óperas tras Guillermo Tell; son muchas las teorías que tratan de dar respuesta
a este interrogante, desde el hastío hasta la falta de necesidad, dada la
riqueza que ya había acumulado, pasando por abundantes dificultades de salud
(gonorrea y ciclos maníaco-depresivos), o quizá porque las circunstancias
políticas así lo determinaron.
Sin embargo,
aunque no volvió a componer otra ópera, no abandonó el mundo musical, y se hizo
cargo de la dirección del Théâtre-Italien y del Liceo de Bolonia y siguió
componiendo muchísimas obras breves (sin dejar a un lado su otra gran pasión,
la gastronomía), así como varias obras religiosas y profanas notabilísimas.
Richard
Wagner declaró que, de todos los compositores que había conocido en París, el
único verdaderamente grande era Rossini, a quien veía muy serio y sencillo,
pero mal comprendido por el público.
Rossini
falleció en Passy, cerca de París, en 1868. Mientras miles de voces entonaban
la plegaria de su Moisés, fue enterrado en el parisino Cementerio del
Père-Lachaise, sus restos fueron trasladados en 1887 a Florencia, donde
descansa en la Basílica de la Santa Croce, junto a otras glorias de Italia:
Galileo Galilei, Dante y Miguel Ángel.
Dejó un
legado monetario realmente considerable, del que destinó fondos para la
creación de un asilo para músicos retirados (existente aún hoy) y otras obras
de beneficencia, había sobrevivido a muchos de sus sucesores en el trono de la
ópera italiana (Vincenzo Bellini, Gaetano Donizetti, Giacomo Meyerbeer), al
tiempo que coincidió con la aparición de Giuseppe Verdi y de Richard Wagner.
Giuseppe
Verdi convocó a los mejores compositores italianos a componer una misa de
Réquiem en honor del Cisne de Pésaro (forma poética con la que se denomina a
Rossini), dadas las circunstancias políticas adversas, no se estrenó esa obra y
Verdi usó su contribución, el Líbera me, en su propio Requiem, dedicado a
Alessandro Manzoni.
Nicoló
Paganini, Frederic Chopin, Mauro Giuliani, Louis Niedermayer, Ottorino Respighi
y otros renombrados compositores han creado variaciones, orquestaciones y
adaptaciones de múltiples obras rossinianas, y los afamados tournedós Rossini,
así como muchos otros platos de cocina, son designados en honor al célebre
compositor, que era un consumado gastrónomo.
WILLIAM TELL
- OVERTURE FINALE.
MOISE ET PHARAON - LA DOLCE AURORA.
L'ITALIANA IN ALGHERI – OVERTURE.
LA GAZZA LADRA – OVERTURE
IL TURCO IN ITALIA – OUVERTURE.
STRING SONATA NO 4 IN B FLAT MAJOR ALLEGRO VIVACE.
THE BARBER OF SEVILLE - OVERTURE.
BARBERO DE SEVILLA - FÍGARO- LARGO AL FACTÓTUM.
STABAT MATER - CUJUS ANIMAM.
PETITE MESSE SOLENNELLE “KYRIE”
LA DONNA DEL LAGO - OH! QUANTE LAGRIME.
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