Jascha
Heifetz, falleció el 10 de diciembre de 1987 en Cedars-Sinai Medical Center de
Los Ángeles, California, Estados Unidos, fue uno de los violinistas más
notables del siglo XX.
Iósif
Ruvínovich Heifetz “Jascha Heifetz”, nació el 2 de febrero de 1901 en Vilna,
Lituania, Hay cierta controversia en torno a su año de nacimiento, ya que a
veces se sitúa un año o dos antes de su fecha oficial, en 1899 o 1900. Cabe la
posibilidad de que su madre dijera que era uno o dos años más joven para que el
virtuosismo de su hijo fuera aún más meritorio.
Su padre,
Ruvin Heifetz, era profesor de violín en una escuela local y también primer
violín en la Orquesta del Teatro de Vilna durante una temporada, antes de que
el teatro cerrara sus puertas, Jascha tuvo su primer contacto con el violín a
los tres años, siendo su padre su primer profesor, a los cinco años Jascha
comenzó a estudiar con Ilyá D. Malkin, uno de los pupilos de Leopold Auer.
Fue un niño
prodigio e hizo su debut público a los 7 años en Kovno (actualmente Kaunas,
Lituania) tocando el Concierto para violín en mi menor de Felix Mendelssohn,
Heifetz ingresó en 1910 en el Conservatorio de San Petersburgo para estudiar
con el reconocido maestro Leopold Auer.
Heifetz tocó
el violín en Alemania y Escandinavia, y conoció a Fritz Kreisler en una fiesta
privada en Berlín, junto con muchos otros violinistas notables que también
asistieron, Kreisler, tras acompañar al piano a un joven Heifetz de 12 años
mientras este tocaba el Concierto de Mendelssohn, dijo a todos los presentes:
«Podríamos romper nuestros violines contra las rodillas».
Heifetz
visitó gran parte de Europa cuando aún era un adolescente. En abril de 1911
Heifetz dio un concierto al aire libre en San Petersburgo frente a 25 000
espectadores, hubo tal expectación tras su interpretación que la policía tuvo
que proteger al joven violinista de la entusiasmada multitud.
En 1914
Heifetz tocó con la Orquesta filarmónica de Berlín bajo la dirección de Arthur
Nikisch. El director quedó muy impresionado por el talento del joven violinista,
y dijo que nunca había conocido a un intérprete tan brillante.
El 27 de
octubre de 1917, Heifetz tocó por primera vez en los Estados Unidos, en un
concierto celebrado en el Carnegie Hall, causando sensación inmediatamente, su
colega violinista Mischa Elman, presente entre el público le preguntó al hombre
que ocupaba la butaca de al lado: ¿No cree que hace calor aquí?, a lo que
Leopold Godowsky, que era precisamente su compañero de fila, replicó
imperturbable: No para los pianistas.
Heifetz fue
elegido miembro honorario de la Phi Mu Alpha Sinfonía, la hermandad nacional
para personas interesadas por la música, por el Capítulo Alpha en el
Conservatorio de Nueva Inglaterra, en Boston, como Heifetz contaba entonces 16
años, quizá haya sido la persona más joven en ser elegida miembro por esta
organización.
Heifetz se
quedó en los Estados Unidos y se convirtió en ciudadano estadounidense en 1925,
cuando le dijo a su admirador Groucho Marx que se había estado ganando la vida
como músico desde los siete años, Groucho le contestó: Y supongo que antes de
eso era usted un simple holgazán.
Heifetz está
entre los grandes violinistas del Siglo XX, contaba con una técnica inmaculada
que, unida a su belleza tonal, hace que muchos violinistas sigan considerándolo
un violinista de facultades inalcanzables, no obstante, era corriente que esta
técnica cercana a la perfección y su conducta conservadora en el escenario
atrajeron algunas críticas que lo acusaban de ser demasiado mecánico e incluso
frío.
El uso de
Heifetz de un rápido vibrato, de un portamento con mucha carga emocional,
ritmos rápidos y un soberbio control del arco se fundían para crear un sonido
muy distinguido que hacía que la técnica de Heifetz fuera fácilmente
reconocible para los aficionados.
El
violinista, Itzhak Perlman, famoso por su tono rico y cálido y su uso expresivo
del portamento, describe el tono de Heifetz como un tornado, debido a su
intensidad emocional, en la creación de este sonido, Heifetz era muy cuidadoso
a la hora de elegir las cuerdas, durante toda su carrera utilizó cuerdas de
tripa, planas y sin barnizar, Heifetz creía que contar con buenas cuerdas era
muy importante para crear un buen sonido individual.
Heifetz
realizó sus primeras grabaciones en Rusia en 1910-1911, cuando era un pupilo de
Auer, poca gente supo de la existencia de estas grabaciones hasta después de la
muerte de Heifetz, cuando varias de estas (la más notable era L'Abeille de
Schubert) fueron redistribuidas en un LP como suplemento en uno de los ejemplares
de la revista The Strad.
Algunas de
sus colaboraciones más famosas incluyen la grabación en 1940 de los tríos para
piano de Beethoven, Franz Schubert, y Brahms con el violonchelista Emanuel
Feuermann y el pianista Arthur Rubinstein, así como otras colaboraciones
posteriores con Rubinstein y el violonchelista Gregor Piatigorsky, con los que
grabó los tríos de Maurice Ravel, Chaikovski, y Felix Mendelssohn, ambos
conjuntos recibieron a veces la denominación del Trío del Millón de Dólares.
Heifetz grabó
el Concierto para violín de Beethoven en 1940 con la NBC Symphony Orchestra,
dirigida por Arturo Toscanini, y lo volvió a grabar en estéreo, esta vez con la
Boston Symphony Orchestra dirigida por Charles Münch, una versión en directo de
Heifetz al violín en interpretación del Violin Concerto de Mendelssohn, de
nuevo con la NBC Symphony bajo la dirección de Toscanini, también salió a la
venta.
Heifetz
también tocó y grabó el concierto para violín de Erich Wolfgang Korngold,
cuando todos los intérpretes de música clásica lo despreciaban, al no
considerarlo un compositor serio, puesto que Korngold había compuesto varias
bandas sonoras para películas de la Warner Bros.
Heifetz
encargó muchas piezas musicales, quizá la más importante de todas ellas sea el
Concierto para violín de Sir William Walton, también arregló varias obras, como
por ejemplo el Hora Staccato de Grigoras Dinicu, un gitano rumano del que se
rumorea que Heifetz dijo que era el mejor violinista que había conocido en toda
su vida.
Heifetz también
tocaba y componía para el piano; y tocó jazz en los comedores de los cuarteles
en campos aliados de toda Europa durante la Segunda Guerra Mundial, y bajo el
pseudónimo de Jim Hoyle escribió una canción para el piano de mucho éxito: When
you make love to me, don't make believe.
En 1946,
Heifetz continuó grabando numerosos discos de 78-rpm para la compañía,
incluyendo obras para violín solo, música de cámara y orquestales. RCA comenzó
a sacar al mercado grabaciones de larga duración en la década de 1950,
incluyendo conciertos extraídos de discos 78-rpm. La compañía comenzó a
realizar nuevas grabaciones de alta fidelidad con Heifetz, generalmente con la
Boston Symphony Orchestra bajo la batuta de Charles Munch y también con la
Chicago Symphony Orchestra bajo la dirección de Fritz Reiner, empezando a
principios de 1954, la mayoría de estas sesiones fueron grabadas en grabadores
estereofónicos de cinta de triple pista.
En 2000
salió al mercado una recopilación de dos cds de RCA titulada Jascha Heifetz - The
Supreme que contiene una muestra de las principales grabaciones de Heifetz,
incluyendo la grabación realizada en 1955 del concierto para violín de Johannes
Brahms con Reiner y la Chicago Symphony Orchestra; la grabación de 1957 del
concierto para violín de Tchaikovsky (con el mismo director y la misma
orquesta); la grabación realizada en 1959 de concierto para violín de Jean
Sibelius con Walter Hendl y la Chicago Symphony Orchestra; la grabación de 1961
de la Fantasía Escocesa de Max Bruch con la New Symphony Orchestra de Londres
bajo la batuta de Sir Malcolm Sargent; la grabación realizada en 1963 de
concierto para violín de Alexander Glazunov con Walter Hendl y la RCA Victor
Symphony Orchestra (formada por músicos neoyorkinos); la grabación realizada en
1965 de los Tres Preludios de George Gershwin (transcriptos por Heifetz) con el
pianista Brooks Smith; y la grabación realizada en 1970 de la Chaconne, de
Johann Sebastian Bach, una de las partes de la segunda Partita en re menor.
Tras una
operación en el hombro derecho parcialmente satisfactoria llevada a cabo en
1972, Heifetz dejó de dar conciertos y de realizar grabaciones. Aunque su
habilidad permaneció intacta hasta el fin de sus días y continuó tocando el
violín de forma privada hasta el final, el brazo del arco quedó afectado y en
consecuencia nunca pudo volver a manejar el arco como antes.
Heifetz se
dedicó a la pedagogía del violín con mucha intensidad, primero en el UCLA, y
después en la University of Southern California, junto con su amigo Gregor
Piatigorsky, durante unos pocos años también dio clases en su estudio privado
de su domicilio de Beverly Hills, su estudio de docencia puede verse hoy en día
en el edificio principal de la Colburn school, usada hoy para clases
magistrales, sirviendo de inspiración para sus estudiantes.
Durante su
carrera como docente, Heifetz enseñó, entre muchos otros, a Erick Friedman,
Carol Sindell, Adam Han-Gorsky, Robert Witte, Yuval Yaron, Elizabeth Matesky,
Claire Hodgkins, Yukiko Kamei, Rudolf Koelman, Varujan Kojan, Sherry Kloss,
Elaine Skorodin, Eugene Fodor, y Ayke Agus.
Heifetz tuvo
varios violines de gran valor, los más destacado son el Stradivarius Dolphin
Stradivarius de 1714, el Stradivarius Piel de 1731, the Carlo Tononi de 1736, y
el Guarneri de 1742 ex David, del Gesù, este último era su preferido y el que
conservó hasta su muerte.
El
Stradivarius Dolphin está actualmente en los fondos de la Fundación de Música
Nipona, Heifetz dejó en su testamento el violín Tononi que utilizó en su debut
del Carnegie Hall a Sherry Kloss, su ayudante en las tareas de docencia, así
como “uno de mis cuatro arcos buenos”.
La
violinista y autora Kloss escribió un libro titulado Jascha Heifetz through my
eyes, y es la cofundadora de la Jascha Heifetz Society), el célebre violín
Guarneri está hoy día en el San Francisco Legion of Honor Museum, tal y como
estipuló Heifetz en su testamento, y solo puede sacarse de allí y tocarse en
ocasiones especiales por violinistas meritorios, este violín se ha prestado
recientemente al primer violín de la San Francisco Symphony, Alexander
Barantschik.
En 1989
Heifetz recibió un grammy póstumo en reconocimiento a toda su carrera.
Heifetz
apareció en la película They Shall Have Music (1939) dirigida por Archie Mayo y
escrita por John Howard Lawson e Irmgard von Cube, se interpretaba a sí mismo,
interviniendo para salvar de la clausura una escuela de música para niños
pobres.
Más tarde
apareció en la película de 1947 Carnegie Hall, interpretando una versión
abreviada del primer movimiento del concierto para violín de Chaikovski, con la
orquesta bajo la batuta de Fritz Reiner, y consolando a la estrella de la
película, que había presenciado su interpretación.
Heifetz
grabó posteriormente el concierto completo de Chaikovski con Reiner y la
Chicago Symphony Orchestra como parte de uno de los discos Living Stereo de RCA
Victor's.
En 1951,
Heifetz apareció en la película Of Men and Music, en 1962 apareció en una serie
de sus clases magistrales televisadas, y en 1971 fue emitido Heifetz on
Television, un especial de una hora de duración que mostraba al violinista
tocando algunas piezas breves, la Fantasía escocesa de Max Bruch, y la Chaconne
de la Partita n. º 2 de Johann Sebastian Bach.
BACH'S
CHACONNE, PARTITA FOR SOLO VIOLIN N°2.
MAX BRUCH - VIOLINKONZERT NR. 1
PAGANINI - CAPRICE NO. 24
BRAHMS - HUNGARIAN DANCE 7.
MENDELSSOHN'S - CONCERTO 1ST MOV.
THE LAST RECITAL.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario