Carlos Manuel Puebla, falleció el 12 de julio de 1989 en La
Habana, Cuba, fue un cantautor conocido como el cantor de la revolución, al
utilizar sus habilidades musicales para la difusión de los valores de la
Revolución Cubana, cantando los hechos más relevantes y siendo cronista de los
cambios acaecidos en su país desde 1959.
Carlos Manuel Puebla, nació el 11 de septiembre de 1917 en
Manzanillo, Cuba, en el seno de una familia humilde, se vio obligado a ejercer
durante su niñez y juventud múltiples oficios: carpintero, mecánico, obrero
azucarero y zapatero.
Su temperamento le empujaba al mundo de la música, cuando
iba a la escuela no abandonaba su armónica, que hacía sonar por el camino, las
clases de guitarra que recibía su hermana eran seguidas por él a escondidas y
repetidas, luego; ese carácter autodidacta le impulsó a aprender, utilizando
métodos de enseñanza a distancia (como aprender a tocar la guitarra sin
maestro) y consultando a Pedro Estacio, director en ese tiempo de la Banda
Municipal de Conciertos de Manzanillo, y Juan García, maestro de piano, dio los
primeros pasos en el aprendizaje musical.
En los 30 del siglo XX sus canciones ya se emitían en la
radio local de Manzanillo, la CMKM, en este tiempo los temas de su música son
de corte romántico, canciones que fueron grandes éxitos y que han pasado a
formar parte del patrimonio de la música cubana, algunas de ellas son: Quiero
hablar contigo, Qué sé yo, Te vieron con él, Cuenta conmigo, Quién se lo iba a
imaginar, Hay que decir adiós y Dejemos de fingir.
Poco después comenzaría a grabar discos; en estas piezas ya
se empiezan a tratar temas sociales y reivindicativos, canciones como: Plan de
machete, Este es mi pueblo y Pobre de mí Cuba denunciaban la situación que se
vivía en Cuba por aquella época sin temer a la represión.
En los años 50 se acompaña por el grupo Los Tradicionales,
integrado por Santiago Martínez, Pedro Sosa y Rafael Lorenzo, publicándose sus
trabajos bajo el nombre de Carlos Puebla y Sus Tradicionales.
Su presencia en la radio y en la televisión nacional se hace
habitual, aunque el escenario que más estimaba en aquellos tiempos era el
restaurante habanero de La bodeguita del medio donde interpretaba su obra sin
cobrar ningún salario pero reconfortado en el buen ambiente allí existente, tal
como él mismo dice: (...) pasaba los ratos cantando con la barriga llena y el
corazón contento, este lugar le sirvió para conocer a otros muchos artistas e
importantes personalidades.
El 1º de enero de 1959 el triunfo de la revolución,
representada por la entrada del líder Fidel Castro en La Habana, influiría en
la vida de Carlos Puebla tanto como en la de Cuba.
La guaracha Y en eso llegó Fidel es, tal como dice el
título, un cambio en su creación, en su obra, Carlos se convierte en cronista,
pasa a realizar canciones que difunden los valores revolucionarios y las decisiones
del gobierno de los barbudos, sin dejar a un lado los temas tradicionales
cubanos.
Canciones como La Reforma Agraria, Duro con él, Ya ganamos
la pelea, Son de la alfabetización van haciendo de Carlos Puebla un
representante artístico de la obra revolucionaria, en su canción De Cuba traigo
un cantar muestra bien claro este papel de embajador que adopta.
En 1961 realiza lo que sería su primera gira por varios
países que culmina con un gran éxito, esto daría pie a muchas más giras, que
extenderían su prestigio y fama desde el ámbito cubano a más de 35 países.
En Manzanillo, no dejaba de pasear por toda la ciudad y de
actuar allí donde se lo pidieran, su sitio preferido era La casa de la Trova,
que hoy lleva su nombre, donde pasaba horas con sus amigos cantando y
compartiendo su bebida predilecta, el Ron Pinilla.
La partida del revolucionario argentino Ché Guevara del
territorio cubano impactó a Carlos Puebla de tal forma que la misma noche en
que Fidel Castro dio a conocer la carta de despedida de Guevara, Puebla sin
poder dormir, compuso su obra más conocida, Hasta siempre que se convertiría en
un homenaje al líder guerrillero que transcendería a todos los estilos de
música y a casi todas las lenguas.
Una larga enfermedad terminó con su vida un 12 de julio de
1989 en La Habana, para entonces su obra musical abarcaba más de setenta temas
en los cuales, con su característico sentido del humor, abordaba temas sociales
y tradicionales.
HASTA
SIEMPRE.
Y EN ESO LLEGO FIDEL.
CANTO A CAMILO.
YA QUE LO PREGUNTA.
SOY DEL PUEBLO.
EL BODEGUERO.
EL SON DE LA ALFABETIZACIÓN.
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