Johannes
Brahms, falleció el 3 de abril de 1897 en Viena, Austria, fue un pianista y
compositor alemán del Romanticismo, aunque se le puede considerar ya un
posromántico.
Johannes
Brahms, nació el 7 de mayo de 1833 en Hamburgo, Alemania, se le considera el
más clásico de los compositores románticos, se mantuvo fiel toda su vida al
clasicismo romántico y conservador, influenciado por Mozart, Haydn y,
particularmente por Beethoven.
Fue
posiblemente el mayor representante del círculo conservador en la Guerra de los
románticos, sus oponentes, los progresistas radicales de Weimar, estaban
representados por Franz Liszt, los integrantes de la posteriormente llamada
Nueva Escuela Alemana y por Richard Wagner.
Nació y se
crio en Alemania, donde su obra romántica, conservadora y con un clasicismo muy
contenido, no fue bien recibida, por ese motivo, en 1862 decidió autoexiliarse
en Viena, donde creó lo mejor de su repertorio sinfónico y de conciertos para
instrumentos solistas de diversa clase.
Las
expresiones Las tres bes y La santa trinidad (frase acuñada por Hans von Bülow)
se refieren a Bach, Beethoven y Brahms como tres de los mayores compositores de
la historia de la música.
Era hijo del
contrabajista Johann Jakob Brahms (quien le dio sus primeras lecciones de
música) y de Hersika Cristina Nissen, su familia era pobre y su infancia
transcurrió en los suburbios de Hamburgo, comenzó a estudiar piano a la edad de
siete años con el profesor Otto Cossel, y pronto se reveló como pianista
aventajado, por lo que, siendo aún adolescente, contribuyó a los ingresos
familiares con el dinero que ganaba impartiendo clases, tocando el piano en
cafés, bares e incluso burdeles.
Brahms dio
recitales de piano en público a partir de los diez años, interpretando sobre
todo música de cámara, sus dotes para el piano desde niño fueron tales que un
empresario le ofreció la oportunidad de ganar dinero haciendo giras por
América, lo que fue rechazado por sus padres.
También a
esta edad empezó a estudiar con un prestigioso profesor de Hamburgo, Eduard
Marxsen, y comenzó a componer, aunque durante un tiempo tampoco consiguió que
el público mostrase interés por sus obras.
En 1853
realizó una gira de conciertos como acompañante del violinista húngaro Eduard
Reményi, durante el viaje tuvo ocasión de conocer a Joseph Joachim, que sería
amigo suyo durante toda su vida, y que le presentó a Robert Schumann, este
último, además de compositor era editor de una revista prestigiosa de música, y
atrajo la atención de los críticos y empresarios de música sobre el joven
Brahms, lo que contribuyó notablemente a que Brahms se convirtiese en un
compositor conocido y apreciado.
Aunque la relación
entre Robert Schumann y Brahms duró hasta el fin de los días de Schumann, y
Schumann le elogió y llegó a llamarle "El elegido", augurándole un
brillante futuro en la música, el vínculo más destacable fue el que tuvo con la
esposa de éste, Clara Schumann, una pianista reconocida en aquellos momentos,
compositora también y con la que estableció una larga y profunda amistad que
tuvo rasgos de amor platónico.
Su primer
éxito importante lo tuvo con su Réquiem alemán, la acogida dispensada por el
público le animó a terminar su Primera sinfonía, acabada esta obra en 1876,
compuso sus otras tres sinfonías en el transcurso de los ocho años siguientes.
A la edad de
57 años, y tras crear una serie de obras de la máxima importancia, Brahms
decidió abandonar la composición, sin embargo, no fue consecuente con su
decisión, ya que unos años antes de su muerte compuso todavía algunas de sus
mejores obras, como el Quinteto con clarinete y las Cuatro Canciones serias.
Muchos han
considerado a Brahms como sucesor de Beethoven, como la mayoría de los
compositores románticos, Brahms veneraba a Beethoven, quien ejerció una marcada
influencia en él, pero también sintió una gran admiración por los grandes
compositores de la época clásica, Mozart y Haydn.
Brahms fue
un perfeccionista, una muestra de ello es el hecho de que tardase tantos años
en acabar su primera sinfonía, algunos expertos opinan que esa sinfonía en
realidad no fue la primera, ya que la primera no había llegado a salir a la luz
por no sentirse Brahms satisfecho con ella, lo que es cierto es que Brahms
rompía con cierta frecuencia composiciones que no estaban a la altura de sus
exigencias.
La música de
Brahms parte de unas fuentes clásicas muy claras: el clasicismo vienés de
Haydn, Mozart y, sobre todo, Beethoven, por otra parte, la influencia de los
primeros compositores románticos, como Franz Schubert, Robert Schumann o Felix
Mendelssohn.
Es frecuente
que la música Brahms se asocie con emociones como la melancolía o la nostalgia,
y también se ha dicho que su música tiene un carácter otoñal, todo ello se ha
explicado tanto por su carácter como por el hecho de que pertenezca a la última
etapa del Romanticismo.
Brahms es
reconocido unánimemente como uno de los compositores más importantes en lo que
se refiere a la música de cámara, género en el que destacó desde su juventud.
Sus primeras
composiciones de cámara, como el Sexteto nº 1 en si bemol mayor op. 18, o el
Cuarteto con piano nº 1 op. 25 y el Cuarteto con piano nº 2 op. 26, la
culminación de esta primera época se encuentra en el Quinteto con piano en fa
menor, op. 34, verdadera síntesis del clasicismo romántico.
Una obra
intermedia es el Trío para trompa, violín y piano, op. 40. A partir del
Cuarteto de cuerda número 1 y el Cuarteto de cuerda número 2, op. 51, Brahms se
ejercita en un tipo de composición más orgánica y cerrada, en el que asimismo
comienzan a aparecer todos los aspectos musicales que apuntan hacia el futuro.
A partir de
este momento, surgen gran número de obras de cámara de enorme importancia, como
el Cuarteto con piano en n. º 3 en do menor op. 60, el Cuarteto de cuerda n. º
3 en si bemol menor op. 67, las tres Sonatas para violín y piano op. 78, 100 y
108, las dos Sonatas para violonchelo y piano, o el Trío n. º 2 en do mayor op.
87 y el Trío n. º 3 en do menor, op. 101, o los dos Quintetos de cuerda op. 88
y 115. E
En sus
últimos años, tras conocer al clarinetista Richard Mühlfeld, Brahms compuso una
serie de obras en las que se incluye el clarinete, como el Trío en la menor
para clarinete, cello y piano op. 114, las dos Sonatas para clarinete y piano
op. 120 y, sobre todo, el Quinteto con clarinete en si menor, op. 115, una de
sus composiciones más importantes.
A diferencia
de lo que sucedió en la música de cámara, Brahms se acercó al género sinfónico
con muchas dudas, intimidado por el ejemplo de Beethoven, por esto, sus
primeras obras orquestales se apartan del modelo de las sinfonías de Beethoven,
como sucede en la Serenata nº 1 en re mayor op. 11, y sobre todo la Serenata nº
2 en la mayor op. 16, en la que ya encontramos el estilo característico de
Brahms.
Otro buen
ejemplo son las Variaciones sobre un tema de Haydn, op. 56, compuestas a partir
de una obra anterior para dos pianos, pero no será hasta mucho más tarde, en
1876, cuando se atreva a finalizar su Primera sinfonía op. 68, a pesar de que
estuvo trabajando durante más de veinte años en ella.
Paradójicamente,
el éxito de esta obra tan personal y meditada vino condicionado por una
supuesta influencia de Beethoven que hizo que algunos la llamaran “la Décima”,
en referencia a las nueve sinfonías de Beethoven.
Igual éxito
alcanzó Segunda sinfonía en re mayor op. 73, compuesta al año siguiente, las
sinfonías Tercera en fa mayor op. 90 y Cuarta en mi menor op. 98 son obras que
exploran territorios aún más nuevos en un estilo postromántico.
Las cuatro
sinfonías de Brahms constituyen una de las culminaciones del género sinfónico
del siglo XIX y se han mantenido constantemente en lo más alto del repertorio
sinfónico hasta la actualidad.
Otro aspecto
de su música orquestal son sus cuatro conciertos, que también son considerados
como obras cumbre del repertorio concertante, el más temprano de ellos es el
Concierto para piano nº 1 en Re menor op. 15, el Concierto para violín en re
mayor op. 77, el Concierto para piano nº 2 en si bemol mayor op. 83, en sus últimos
años, compuso el Doble concierto para violín y violonchelo en la menor op. 102,
en el que alcanza una síntesis entre el concierto clásico-romántico y las
formas concertantes del barroco.
Brahms
compuso además en el mismo año dos oberturas con un carácter completamente
opuesto: la Obertura para un Festival Académico, op. 80, muestra la faceta más
humorística de su carácter, ya que se trata de una pieza solemne basada en
canciones estudiantiles, por el contrario, la Obertura Trágica, op. 81 es una
obra sombría y severa.
Brahms
compuso ya en su juventud sus tres Sonatas para piano N° 1 op. 1, N° 2 op. 2 y
N° 3 op. 5, a pesar de tratarse de obras tempranas en las que se advierte la
influencia de las sonatas de Beethoven, se trata de una contribución de gran
importancia al género pianístico.
En los años
siguientes, Brahms se ejercitará en la composición para piano a través del
género de las variaciones: Las Variaciones sobre un tema de Schumann op. 9
serán el primer ejemplo, al que seguirán las Variaciones en re mayor op. 21,
las Variaciones sobre un tema de Haendel op. 24. y las Variaciones sobre un
tema de Paganini op. 35, muy representativas de su primera época e importantes
dentro de toda su producción son las Cuatro baladas op. 10.
En su
madurez, Brahms abandona las formas grandes para concentrarse en grupos de
pequeñas piezas, como las Ocho piezas piezas op. 76 o las Dos rapsodias op. 79,
en sus últimos años, estas formas breves van adquiriendo un carácter cada vez
más íntimo y personal, que encontramos en sus Siete fantasías op. 116, los Tres
intermezzi op. 117, las Seis piezas op. 118 o las Cuatro piezas op. 119.
Brahms
compuso canciones para voz y piano a lo largo de toda su vida, y es uno de los
más importantes representantes de la corriente del Lied alemán, casi todas
ellas son canciones sueltas, no agrupadas en ciclos, con excepciones como el
ciclo de La Bella Magelone, op. 33 o las Canciones gitanas op. 103.
De sus
canciones, se puede mencionar Del amor eterno (Von ewiger Liebe op. 43 nº 1),
la célebre Canción de cuna (Wiegenlied op. 49 nº 4), Canción de lluvia
(Regenlied” op. 59 nº 3), Nostalgia, (“Heimweh” op. 63 nº 9) o El ruiseñor
("Nachtigall” op. 97 nº 1), son muy representativas del estilo de Brahms
las Dos canciones para contralto, viola y piano op. 91, también compuso una
serie importante de Volkslieder o canciones compuestas sobre melodías
populares.
Una de sus
últimas obras son las Cuatro canciones serias op. 121 sobre textos de la Biblia
que van desde Salomón hasta San Pablo, también compuso diversos ciclos de
canciones titulados Canciones de amor ("Liebeslieder Waltzer"), para
varias voces y piano, y que abarcan varios ciclos, estas canciones están
compuestas en forma de vals y tienen un carácter alegre y popular.
Brahms creó
diversas y muy importantes obras para coro y orquesta (sinfonías corales), la
principal de ellas es el Réquiem alemán op. 45. La Canción del Destino op. 54,
sobre texto de Friedrich Hölderlin, Nänie op. 82, sobre Friedrich von Schiller,
el Canto de las Parcas op. 89 sobre texto de Goethe, o la Rapsodia para
contralto, coro masculino y orquesta op. 53, también con texto de Goethe, otra
obra perteneciente a este género es Rinaldo op. 50, sobre Torquato Tasso, obra
cercana al género operístico, en el cual Brahms no compuso ninguna obra.
Las danzas
húngaras (alemán: Ungarische Tänze), es un grupo de 21 alegres danzas, basadas
su mayoría en temas húngaros. Las danzas 11, 14 y 16, son originales. Duran
entre uno y cuatro minutos. Brahms originalmente las compuso para piano a
cuatro manos, y luego arregló diez de ellas para piano solo, y algunas otras
(nos. 1, 3 y 10) para orquesta.
Otros
compositores, notables como Antonín Dvořák, han orquestado las demás, quizás la
más conocida es la Danza Húngara 5, en fa sostenido menor (sol menor en la
versión orquestal), de todas las danzas húngaras se han hecho innumerables
versiones clásicas, acústicas, con nuevas tecnologías, en ellas se encuentran
algunas de las piezas más populares del compositor.
Durante casi
treinta años compuso obras musicales que han llegado a formar parte del
repertorio esencial de la música del Romanticismo, y que ya durante la vida de
Brahms fueron acogidas muy favorablemente, de forma que se le consideró como
uno de los grandes compositores de su época.
Brahms fue
amante de la naturaleza, en sus paseos por los bosques que rodean Viena llevaba
siempre caramelos que repartía entre los niños, hacia los mayores era más bien
hosco, aunque sus amigos le apreciaban sinceramente, Brahms nunca llegó a
casarse, murió a los sesenta y cuatro años en Viena, como consecuencia de un
cáncer de hígado, Brahms era considerado un compositor muy importante en su
época; un caso atípico en los músicos de su tiempo.
HUNGARIAN
DANCE NO. 5
HUNGARIAN DANCE NO. 6
HUNGARIAN DANCE NO. 8
HUNGARIAN DANCE NO. 21
VIOLIN CONCERTO 1ER MOV. (1/3)
INTERMEZZO, OP.118 NO.2
WALTZ, OP.39, No.15.
LULLABY.
SYMPHONY NO. 2 IN D MAJOR, OP. 73, I. ALLEGRO.
TRAGIC OVERTURE, OP. 81
SERENADE NO. 1 ALLEGRO MOLTO.
EIN DEUTSCHES REQUIEM OP 45.
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