Claude-Achille Debussy, falleció el 25 de marzo de 1918 en
París, Francia, fue un compositor y una figura central en la música europea de
finales del siglo xix y comienzos del siglo xx.
Claude-Achille Debussy, nació el 22 de agosto de 1862 en
Saint-Germain en Laye, Francia, iniciador y máximo representante del llamado
impresionismo musical, sus innovaciones armónicas abrieron el camino a las
nuevas tendencias musicales del siglo XX.
Fue una antigua discípula de Chopin, la señora Manté de
Fleurville, quien intuyó la vocación del muchacho e indujo a sus familiares a
cultivarla, de esta forma, Debussy ingresó en 1873 en el Conservatorio de
París; allí tuvo por maestros, entre otros, a Lavignac, a Marmontel y, en
composición, a Ernest Guiraud.
En el Conservatorio había adquirido fama de músico revolucionario;
sin embargo, en 1884 logró el "Prix de Rome" con la cantata El hijo
pródigo, que presenta al joven compositor aún envuelto en la amable sensualidad
melódica propia del gusto de Massenet, pero también capaz de esbozar un aria
perfecta en su género, como la de Lía.
De Roma se trajo la cantata La Demoiselle élue (1887-88, La
damisela bienaventurada), sobre un texto de D. G. Rossetti, musicalmente
situado entre Massenet y Chaikovski, Debussy buscaba a tientas la salida hacia
una nueva concepción artística y cayó, como era natural, en el wagnerismo.
Las obras líricas para canto y piano son las composiciones,
Arietas olvidadas (1888), Cinco poemas de Baudelaire (1890), Fêtes galantes
(1892 y 1904), Prosas líricas (1893) y Tres canciones de Bilitis (1898), de tal
forma se forjó el nuevo lenguaje musical y dramático.
A la engañosa facilidad de El rincón de los niños (1908),
obra abierta a sugerencias y temas de la vida actual, a pesar de su tema
infantil, siguió, con los dos tomos de los Preludios (1910 y 1913).
Poemas sinfónicos; El mar (1905) ni Imágenes (1909), para
orquesta, renuevan por completo la equilibrada concisión de los tres Nocturnos
(1899), Sonata para violoncelo y piano (1915), la Sonata para flauta, arpa y
viola (1915), y la Sonata para violín y piano, alcanzaron gran popularidad.
Sin embargo, el principal monumento de esta última fase del
arte de Debussy, tan abierta hacia las perspectivas artísticas del futuro,
sigue siendo una obra maestra todavía mal apreciada, la partitura de El
martirio de San Sebastián (1911), donde la elevación de los valores musicales
aparece algo menoscabada por el artificioso rebuscamiento del texto dannunziano
y, sobre todo, por el carácter híbrido del espectáculo escénico, ni ópera ni
ballet, sino mescolanza de recitación y canto destinada a la interpretación de
Rubinstein.
Operado en 1915 de un cáncer intestinal, no pudo recobrar ya
la plenitud de sus fuerzas físicas, y muere el 25 de marzo de 1918, en París,
Francia, amargado y conmovido profundamente por los desastres de la guerra.
RÊVERIE.
BEAU SOIR.
CLAIR DE LUNE.
PRELUDIO EL MARTIRIO DE SAN SEBASTIÁN.
DEUX ARABESQUES.
DANSE BOHEMIENNE.
BALLADE SLAVE.
NOCTURNE.
PRELUDIO A LA SIESTA DE UN FAUNO.
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